A pesar de las prohibiciones y Aunque hace poco terminó la
temporada de Semana Santa, en plena
avenida primera de la ciudad de Montería una camioneta que transitaban por esta
zona llevaba en su platón una hicotea de dimensiones descomunales.
El gigantesco animal, se veía desesperado, miraba de lado a
lado, quizás el fuerte sol la sofocaba y el peso de su caparazón consumía sus
fuerzas. Sin embargo, agitaba sus patas como
pidiendo ayuda a la multitud que iba detrás del carro donde ella.
Dos agentes de policía que se encontraban circulando por el
sector se dan cuenta de lo que está sucediendo con el gigantesco animal y
detienen el vehículo, observan que el animal no está desesperando si no
bailando al son de la música que suena al fondo de la marcha de la cual era
parte.
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