viernes, 25 de abril de 2014

Un monumento fugaz






Los transeúntes que paseaban desprevenidos por la Ronda del Sinú, contemplaban con curiosidad el nuevo monumento de arte abstracto que adornaba un sector del parque, la extraña figura de formas retorcidas y contornos puntiagudos, lanzaba destellos plateados cuando el sol se posaba sobre ella.

“parece una obra de arte de museo” asegura Nicolás Jiménez asiduo visitante del sector, quien siempre se dirige a esta zona del parque a descansar en una banqueta ubicada debajo de un inmenso árbol de higo.

Esta obra aún no ha sido inaugurada, tampoco se conoce quién fue el artista que la elaboró, pero se presume que está hecha de sillas metálicas que pertenecían a un famoso  restaurante con nombre de árbol, que decidió cerrar sus puertas y donó sus sillas para crear un monumento para la posteridad.
“aquí solía venir mucha gente a comer” manifiesta Sandra Martínez, mientras apura el paso porque va llegando tarde a su trabajo.

Mientras esperábamos que apareciera alguna autoridad para inaugurar la obra, sorpresivamente las puertas del restaurante se abrieron, los empleados empezaron a desmontar una a una las sillas que formaban la hermosa estructura que por muchas horas fue el centro de atracción de los transeúntes.
“Nosotros las recogemos en las noches y las apilamos para guardarlas” explicó Diana Arroyo, empleada del sitio.

El monumento que tantas miradas captó fue desmontado en menos de cinco minutos, tuvo una vida fugaz, pero todos los días antes que el restaurante abra sus puertas, los visitantes podrán contemplar esta extraña figura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario